
Un hombre fue detenido en un control vial en San Juan tras registrar 2,72 gramos de alcohol por litro de sangre, una cifra que quintuplica el máximo permitido de 0,50 g/l para conductores de autos particulares. El caso, confirmado por la Dirección de Seguridad Vial, causó una fuerte conmoción por el grave riesgo que el conductor representaba para sí mismo y para terceros.
El operativo de control, desplegado en los accesos a la provincia, resultó en un total de 172 actas de infracción y 45 vehículos radiados. De este total, 26 fueron por alcoholemia positiva, destacándose este caso extremo.
El comisario mayor Ricardo Díaz, jefe de la Dirección de Seguridad Vial, explicó que el nivel de alcohol del conductor era «cercano al coma etílico». Según detalló, el hombre presentaba serias dificultades para hablar y mantenerse en pie, no articulaba frases coherentes y tenía sus reflejos completamente disminuidos.
Las autoridades recordaron que, además de una considerable multa económica, la normativa vigente establece la retención de la licencia y del vehículo, así como la demora del conductor por hasta 12 horas. «La alcoholemia no solo implica una infracción, sino un peligro inminente para todos los que circulan en la vía pública», advirtió Díaz.