
La celebración eucarística de la mañana de este miércoles concluyó con una antífona final dirigida a la Virgen María, y los cardenales han salido de la basílica de San Pedro.
Los cardenales ahora harán una última pausa larga para almorzar y un último período de reflexión, antes de reunirse en la Capilla Sixtina para el inicio del cónclave esta tarde.
Las palabras del cardenal Giovanni Re, decano del Colegio Cardenalicio, pueden pesar mucho en los purpurados que pronto elegirán al sucesor del papa Francisco.
En su homilía, el cardenal Re, quien no puede votar debido a su edad, hizo lo que pareció ser un llamado franciscano a valorar la “diversidad”.
“La unidad de la Iglesia es querida por Cristo; una unidad que no significa uniformidad, sino comunión firme y profunda en la diversidad, siempre que se mantenga la plena fidelidad al Evangelio”, afirmó el cardenal Re.
La calma antes del cónclave
Terminada la misa de la mañana de este miércoles, los cardenales regresarán a la residencia de Santa Marta, quizás para tomar un breve descanso y almorzar.
Me imagino que se trata de elegir a sus amigos más cercanos, o a personas que conocen bien, para sentarse con ellos. Quizás se sentarán en grupos por idioma. Elegirán dónde sentarse y junto a quién, al comenzar las conversaciones cruciales.
La política ha sido intensa. Hay grupos que quisieran ver un papa muy diferente al papa Francisco; han estado distribuyendo expedientes e información para presionar a ciertos candidatos. Pero creo que los cardenales son conscientes de ello y están muy interesados en no permitir que esto influya en sus debates.
Por supuesto, ya han tenido que entregar sus dispositivos electrónicos; algunos podrían estar experimentando síntomas de abstinencia de sus iPads. Los cónclaves del pasado se vieron influenciados por los monarcas europeos que, hasta principios del siglo XX, tenían derecho a veto sobre los candidatos elegidos en cónclave.
Realmente existe una fuerte sensación de que deberían estar aislados del mundo, para que sean libres de decidir quién debería ser el próximo papa.
Más tarde este miércoles, los cardenales se dirigirán a la Capilla Sixtina para el inicio del cónclave, con otro servicio de oración. Santa Marta, la casa de huéspedes construida bajo el pontificado de Juan Pablo II, fue diseñada específicamente para albergar a los cardenales durante un cónclave.
Anteriormente, estaban alojados en espacios reducidos dentro del Palacio Apostólico, condiciones que distaban mucho de ser ideales para una tarea tan trascendental.