La operación se basó en un informe del Laboratorio de Operaciones Cibernéticas del ministerio tras una pista de la inteligencia policial del estado de Río, que descubrió células digitales que fomentaban el comportamiento violento entre adolescentes utilizando lenguaje codificado y simbolismo extremista.

Un hombre descrito como el líder del grupo fue arrestado en el estado sureño de Rio Grande do Sul por posesión ilegal de un arma de fuego, mientras que un adolescente en Río de Janeiro fue detenido por almacenar pornografía infantil.

Las autoridades llevaron a cabo más de una docena de órdenes de registro y decomiso en los estados de Río de Janeiro, Mato Grosso, Rio Grande do Sul y Sao Paulo.