
Pasó el tercer capítulo del campeonato del Zonal Cuyano en el autódromo San Juan-Villicum y fue el momento de crecer para Nicolás Peralta. Es que el hijo de Noe y Gustavo dejó de ser la promesa que brilló en el karting y que luego, apuntó alto en su paso a los autos techados, mostrando que en el ruedo cuyano tiene mucho para ofrecer. Tanto que en esta tercera fecha del Zonal, Nico fue el mejor de la legión sanjuanina que corrió en el Villicum. Peralta, dentro de la categoría Pista 1.4 y después de un carrerón con el Fiat Uno número 3, masticó algo de bronca en el cierre porque lo relegaron los mendocinos Pablo Paladini y Facundo Pérez quedando en primera instancia en el tercer escalón del podio. No importó eso para su gente que lo apoya desde siempre y que hace malabares para poder ponerlo en pista. Y había premio, había algo más par Nico y su equipo cuando revisaron la clasificación y a Pérez lo desplazaron dos lugares por sobrepaso con bandera amarilla, dejando a Peralta en la segunda posición. El mejor puesto de los 20 pilotos de San Juan que fueron parte del campeonato que organiza la FEMAD de Mendoza. Un logro que hizo llorar al papá Gustavo que recordó tantas horas de taller, de desvelos, de incertidumbre, de tanto sacrificio para poder darle a su único hijo un auto competitivo, confiable. Ni hablar de las lágrimas de mamá Noelia, fotógrafa deportiva, que acostumbrada a ver ganar a otros, en esta sintió que se le partía el pecho con la coronación de su Nico.
Fue un domingo consagratorio para Nico Peralta. En una categoría competitiva. que no admite errores, manejó con la templanza de los que saben lo que quieren. Terminó sacando pecho por San Juan en un campeonato decididamente mendocino, pero nadie le regaló nada. Como para que no lo olvide nunca.