El empresario Claudio Contardi fue condenado a 19 años de prisión por abuso sexual contra Julieta Prandi, su expareja. La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Zárate-Campana y Contardi fue detenido de inmediato. La audiencia se realizó sin la presencia de Prandi, quien había expresado su angustia y ansiedad antes de la condena, esperando una sentencia que asegurara su bienestar y el de su familia.
El fiscal Christian Fabio había pedido una pena de 20 años para Contardi, quien había planteado la nulidad de la acusación, pero esta fue rechazada. La sentencia del tribunal llega tras una larga investigación que comenzó en 2021, aunque los abusos ocurrieron entre 2015 y 2018. Prandi denunció a Contardi ante la UFI N° 4 de Escobar.
Durante el juicio, el fiscal describió la relación entre ambos como marcada por violencia física, psicológica y simbólica. Se detalló que los abusos sexuales tuvieron lugar en su hogar en un barrio privado en Escobar. Contardi fue acusado de ejercer violencia, amenazar a Prandi y obligarla a tener relaciones sexuales bajo coacción.
La vida de Prandi fue descrita como un «infierno» por el fiscal, quien consideró agravantes la duración de los abusos y el impacto negativo en la salud mental de la actriz y sus dos hijos. La querella solicitó una pena de 50 años, describiendo el actuar de Contardi como perverso y salvaje, y enfatizó la necesidad de proteger a Prandi de un hombre al que consideran peligroso y incapaz de reintegrarse a la sociedad.
La causa comenzó en 2021, tras la separación de Prandi, quien relató que Contardi comenzó a controlar su vida después de mudarse juntos. Él la aisló de sus amigos y familiares, le prohibió manejar y la obligó a cambiar su número de teléfono. Las violaciones comenzaron después del nacimiento de su primer hijo, aunque ya había evidencias de agresión verbal durante el embarazo.
Prandi declaró que el abuso se intensificó tras el parto, cuando Contardi la sometía físicamente y le hacía comentarios degradantes. Ella sintió miedo y asco al oírlo llegar a casa. También mencionó que sus padres solo conocieron a su segundo hijo cuando el niño cumplió cuatro años, debido al control extremo de Contardi sobre su vida diaria.
Además, Contardi utilizaba tácticas de manipulación, como hacerle creer que tenía cáncer, y profería amenazas graves sobre su bienestar.